¿Te imaginas pagar por tu café matutino en Starbucks con un simple gesto de la mano? Gracias a la tecnología de los implantes de microchip, esto ya es posible. Estos pequeños dispositivos, del tamaño de un grano de arroz, se insertan debajo de la piel y permiten realizar pagos sin contacto de forma segura y cómoda.
Los implantes de microchip utilizan la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC), la misma que se utiliza en las tarjetas de crédito y débito sin contacto. Cuando acercas la mano a un terminal de pago compatible, el implante se activa y transmite tus datos de pago de forma segura.
Sin embargo, aunque parecen ser el futuro, existe el temor de que sean un riesgo para la salud. Expertos aseguran que los implantes de microchip están diseñados para ser seguros. Los datos almacenados en el chip están encriptados y solo se pueden leer cuando el chip está cerca de un terminal de pago autorizado. Además, el procedimiento de implantación es rápido y sencillo, y se realiza por un profesional médico cualificado.
Las ventajas de usar un implante de microchip para pagar son muchas. Por ejemplo, no necesitas llevar contigo tarjetas de crédito, débito o efectivo. Y los implantes de microchip son más seguros que las tarjetas tradicionales, ya que son más difíciles de perder o robar.
En Suecia, a miles de personas les han insertado microchips en sus manos, por lo que en ese país es algo de lo más común. Sin embargo, los implantes de microchip para pagos aún son una tecnología relativamente nueva y no están disponibles en todos los países.
Sin duda, es posible que los implantes de microchip sean el futuro de los pagos, aunque aún falten algunos años para que se implemente en México donde aún es muy común el uso del efectivo y las tarjetas.
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